Cierto día de mayo

Mi última entrada fue en febrero, si mal no recuerdo. Durante estos días los documentos de Word en Drive están presentes, no así los escritos en papel que son escurridos por la tinta de la lapicera.
Supongo que el hecho de estar en medio de una pandemia hace que aflore la escritura o tenga más cosas por decir, o por vomitar en forma de palabras. Por más de que no suceda mucho en mi vida, pues "cuarentena", mi mente es otra cuestión, Trabaja más, a veces para peor.
Me propuse reconectar con alguien de mi familia, aunque mi más grande deseo es poder hacerlo con dos personas. Lastimosamente, una de ellas está en otro plano (llámese cielo para los creyentes). En su memoria, trataré de hacer las pases con el pasado y transitar un futuro más ameno.
"Nada es lo que parece" y ahora, con pesar, lo sé. Tuvo que pasar una desgracia, una enfermedad de mierda para que se cayeran las caretas. Pero cayeron, finalmente se desvanecieron. Eso es lo importante, la sensación de que estoy empezando a hacer las cosas bien.
Escribo esto después de una tarde de mates, de no obedecer un horario y sentirme completamente cómoda en esa casa. También me llevé prestado un libro dedicado a quien ya no está, que de casualidad pertenece a uno de mis géneros favoritos: la poesía.
Solo te pido universo, un poco más de tiempo. Gracias.

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