Nunca más

Ponerle nombre a las cosas, a los sentimientos, a lo que callamos y guardamos bajo la alfombra con un montón de polvo. Ponerle nombre a lo que se usa, a lo que llegó a su fecha de caducidad, a las prendas que decidiste regalar.
Ponerle nombre a lo de hace seis años atrás, también a lo del 2016. Hoy, al fin, tuve la valentía de escribirlo por mensaje en Whatsapp. No se trata de victimizarse, se trata de intentar sanar por mis propios medios y sin la ayuda que realmente necesito. Claro, no es fácil gritar y escupir lo que llevo atragantado por años... una cascarita que si rasgas un poco, aún sangra. Quisiera que el día de mañana ya no salga líquido rojo, porque sé que no lo merezco ni nunca lo merecí. ¿Cómo alguna vez se me cruzó por la cabeza que podría merecerlo? Me cagaron la cabeza, me arrancaron a pedazos el corazón y se atrevieron a mancillar mi alma. 
Nunca más, piba. Nunca más dejes que alguien quiera pisotearte, porque vos realmente VALES. Y si hace falta, relee esto las veces que sean necesarias.
Tu palabra vale, tu experiencia vale, tu forma de expresarte vale, todo lo que conforma tu ser vale.
De mí, para mí. 

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